Hoy os hablaré de aparatos que usamos para ver los ojos tanto por dentro como por fuera, los usamos sobretodo en usuarios de lentes de contacto, y el último para tomar la tensión del ojo.
Lámpara de hendidura o biomicroscopio: Este aparato consta de un microscopio al que se le añade un sistema de retroiluminación, cuando el paciente apoya la barbilla y la frente en la mentonera, nosotros gracias a sus dos partes podemos observar el ojo tanto externamente como internamente. Este aparato nos sirve para ver tanto las estructuras externas (párpados, conjuntiva y anejos) del ojo como las internas (capas de la cornea, cristalino, vítreo, …) dependiendo de la posición que la pongamos, podemos ver desde la conjuntiva del ojo (externo) hasta el cristalino y retina (interno) gracias a su sistema de retroiluminacion (parte de luz) y su sistema de espejos y lentes (parte microscopio). Tenemos cuatro filtros de luz (amarilla, verde, azul y blanca), por ejemplo cuando teñimos el ojo con fluoresceina (tinte amarillo) usamos el filtro azul cobalto, mientras que cuando vemos directamente el ojo usamos luz amarilla. Teñimos el ojo para saber si una lente de contacto ha rozado el ojo, a simple vista no podemos verlo, solo con el tinte, claramente podemos ver si tiene alguna cicatriz corneal, o demas alteraciones. Tiene normalmente dos aumentos para ver mas o menos grande el ojo, si queremos observar estructuras internas pondremos mas aumento que si solo queremos observar el ojo externamente. Tiene incorporada la lente de 90D que lo que hace es que vemos la retina aumentada del paciente, siempre y cuando se instile un fármaco para dilatar la pupila.
Lámpara de wood: Nos sirve sobretodo para ver las estructuras externas del ojo siempre y cuando teñimos con flouresceina. Es una lámpara que consta de dos flourescentes morados en su parte inferior, con esta luz vemos el pigmento amarillo de la flourescenina cuando teñimos el ojo de nuestro paciente. Tiene forma rectangular y un asa, y en su parte superior tiene una lente central gracias a la cual vemos aumentado el ojo del paciente. Gracias a ella podemos ver si el paciente tiene tinciones corneales (cicatrices corneales o heridas) una vez teñimos el ojo con flouresceina. También vemos la cantidad y calidad de la lágrima, si tenemos que recetar a un paciente algún tipo de lágrima artificial. Nos es muy útil en las adaptaciones de ortoqueratología, ya que vemos el fluorograma (la lágrima está distribuida de una manera determinada) del paciente, y si la lentilla esta bien o mal adaptada.
Frontofocómetro: Es el aparato gracias a cuál podemos saber la graduación de una lente, gracias a él podemos saber si es monofocal, progresiva, si tiene prismas, etc. Su manejo es sencillo, normalmente son automáticos (se pone la lente en el visor y ya está), pero su versión manual es un poco más compleja, sobretodo en lentes tóricas porque tenemos que sacar dos medidas.
Tonómetro: Este aparato nos toma la tensión del ojo. Hay varios tipos; de aire y de contacto directamente en el ojo o párpado. El de no contacto la experiencia es parecida al autorrefractometro, pero en vez de hacer una foto al ojo la sensación es distinta y notaremos como entra aire en nuestro ojo. El tonómetro de contacto parece un bolígrafo y la sensación es que cae un ligero peso en el parpado, es que uso yo, cómodo y fiable. Tenemos que tomar 3 medidas y hacer una media. Si es superior a 21 remitiremos al oftalmologo por riesgo de glaucoma.