Hoy os voy a hablar de la queratitis por acanthamoeba, poco conocida y a su vez muy perjudicial para el ojo, es importante que sepas de su existencia tanto si eres o no usuario de lentes de contacto. Este articulo con considero muy interesante sobretodo porque estamos en periodo estival.
Se trata de una infección ocular poco frecuente que puede tener consecuencias muy negativas para el ojo, al principio los síntomas son leves y las acanthamoebas colonizan únicamente la parte más superficial de la córnea o epitelio. Poco a poco el proceso empeora y los microorganismos invaden capas más profundas de la córnea, produciendo úlceras corneales que se acompañan de síntomas como dolor en el ojo, lagrimeo, fotofobia y ojo rojo. Si no se trata a tiempo, en estadios mas avanzados puede llegar a ocasionar la pérdida del ojo.
Es importante mantener una buena higiene en todo momento, ya que la queratitis por Acanthamoeba puede afectar tanto a personas que usan lentes de contacto como a las que no.
Las especies de Acanthamoeba son organismos microscópicos que se encuentran en aguas dulces y en el suelo. Pero estos organismos también pueden proliferar en piscinas y en el agua potable.
Muchas personas están expuestas a estos organismos, pero pocas resultan realmente infectadas porque normalmente se eliminan al lavarnos. La infección de queratitis por Acanthamoeba puede producirse por cortes u otros traumatismos oculares, por la exposición a agua contaminada o por mantener una mala higiene durante las rutinas que afectan a la salud ocular (entre ellas, el mal uso de lentes de contacto).
Existen tratamientos para la queratitis por Acanthamoeba, pero el diagnóstico precoz es fundamental. Los más frecuentemente utilizados son el isetionato de propamidina al 0,1% y la hexamidina al 0,1%. Ambos se aplican en forma de gotas directamente sobre el ojo con la frecuencia recomendada por el médico.
Si eres usuario de lentes de contacto, podrás reducir las probabilidades de sufrir queratitis por Acanthamoeba si sigues estos consejos; utiliza el método de «frotar y enjuagar» cuando limpies tus lentes de contacto, cambia el estuche portalentes al menos cada tres meses, utiliza siempre solución única nueva (nunca rellenes solución nueva sobre otra antigua), sigue al pie de la letra las recomendaciones de tú óptico-optometrista para el mantenimiento de las lentes de contacto.
No merece la pena intentar ahorrar un poco de dinero alargando la vida de las lentes de contacto o de la solución de limpieza, muchas veces si son de un mes las usamos dos meses y compramos líquidos de mantenimiento en el supermercados u otros lugares no sanitarios y no son óptimos para la limpieza y conservación de las lentes de contacto. Nunca sumergir las lentes de contacto en agua del grifo (puede tener impurezas igualmente), hay veces que nos quedamos sin solución única y se nos pasa por la cabeza hacerlo (fijaros lo que puede ocurrir). Como hemos indicado en el artículo sobre bañarse con las lentes de contacto, evite incluso ducharse con ellas puestas.
Como profesional sanitario que soy, ojalá que gracias a éste artículo pueda evitar nuevas infecciones del ojo causadas por éste microorganismo. Seguid estas sencillas indicaciones. A a mis pacientes se lo advierto muy mucho que el agua y las lentes de contacto son incompatibles.